Una salada Navidad
- Gabriel Torres y su compañero Tomas Acosta.
- 27 dic 2014
- 1 Min. de lectura
El último lunes 24 de diciembre, una devastadora tormenta de sal arrasó con la ciudad de Miramar en la costa y otras ciudades cercanas. Este fenómeno afectó a muchos turistas que vinieron a pasar sus navidades en el área de la Laguna.

Imagen de la laguna Mar Chiquita, el dia de la fecha.
Los fuertes vientos de la tormenta se extendieron desde el sur hacia el norte, aproximadamente unos 250 km, cuando normalmente tienden a extenderse unos 200 km. A causa de este aerosol de sal, investigadores determinaron que se produjeron efectos devastadores en el 60% de los campos de cultivo y suelos de la zona. Esta tormenta se produjo debido al descenso del nivel de agua de la laguna Mar Chiquita. Esta gran bajante fue provocada, ya que los ríos tributarios, el río Xanaes, el río Suquía y el río Dulce; desembocaron en el humedal o en la laguna con muy poco caudal, a causa los sedimentos que se juntaron en la transición de los ríos. Esto causó el acumulamiento de sulfato de sodio y cloruro de hidrógeno (sal) en las orillas de la laguna, que luego fue arrastrado por vientos de más de 50 km por hora hacia zonas pobladas.
“No se ve nada. A 40 metros ya no se ve. Parece una de esas tormentas de arena en el desierto”, relató Rubén Cabrera, periodista de la zona.
Esta tormenta se prevé que durará varios meses, los cuales se tornaran muy complicados para los centros turísticos, para la producción ganadera y agrícola y para la pescaderia.
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